¡Hola! Gracias por estar del otro lado. Estoy emocionada por estar conectando con ustedes por primera vez este primer martes. Este fin de semana fue movilizante para muchos argentinos, y voy a estar tocando ese tema desde mi lugar en México. Pero primero, vamos a lo que nos compete.
Qué estoy leyendo: Una voz resistente y que se niega a ser callada.
Hace unas semanas terminé de leer Tengo un Nombre de Chanel Miller (Know my Name: A memoir). En esta autobiografía, la autora busca no solo contar su historia, sino que se conozca su nombre. ¿Por qué? Porque fue víctima de un abuso sexual, y su nombre fue protegido durante todo el proceso judicial. Se volvió famosa, entre las sombras, cuando escribió y compartió en internet su descargo frente al juez y su abusador, quien recibió una pena reducida.
Me pareció un libro muy maduro, de una escritora del principio de sus veinte años, que tuvo que pasar por una de las experiencias más traumáticas que cualquiera puede pasar. No solo pone el énfasis en el cómo y por qué del abuso, aunque si lo relata en detalle, sino que lo importante, o impactante, es también todo lo que pasa después.
La denuncia, el proceso de la toma de pruebas, las infinitas audiencias judiciales, la repercusión en medios y los comentarios de los lectores, el impacto en su familia, sus relaciones y su trabajo. Todo aquello que muchas veces dejamos de lado, o ignoramos, cuando escuchamos que alguien fue víctima de un abuso. El sufrimiento sigue, y sigue por años. Cuando su descargo se hace público, muchos descreen de su originalidad y autoría dada la calidad de escritura. Con su libro, Chanel deja atrás las especulaciones.
Algo interesante que vi: Marketing y bebidas azucaradas.
Continuando con la justicia, su complejidad, y cómo se manifiesta en distintos contextos, me gustaría compartir con ustedes el último documental que elegí ver. Durante un hiking en el Volcán La Malinche, escuche a dos profesionales del marketing hablar sobre una serie dónde se relata la historia de cómo un guía de montaña demanda a Pepsi.
¿Por qué? ¿Por la cantidad excesiva de azúcar? No, por publicidad engañosa y no entregarle cómo premio un avión de guerra, que desde su perspectiva había ganado de buena ley. Los errores del marketing, paralelismos con Mad Men, la audacia de un joven que tiene la suerte de que sus intrépidas ideas sean financiadas. Estados Unidos, ¡la real tierra de oportunidades!
¿Qué pasa cuando la justicia interactúa con el mundo del marketing? Si bien no es un documental super sólido y te deja con ganas de más, me pareció interesante nuevamente analizar el rol y actuar de la justicia en un caso que, podríamos decir, debería haber tenido otro desenlace. También, cómo a veces nos pasamos de cabeza duras. ¿Es mejor probar un punto o ganar algo por el esfuerzo y tiempo invertido? Se llama Pepsi, Where's My Jet?, son solo cuatro episodios, y lo encuentran en Netflix.
Cómo está LatAm hoy: ¿Nuevos horizontes para Argentina?
Al igual que en este curioso caso legal, las sorpresas no son ajenas al ámbito político, especialmente en América Latina y en particular en mi Argentina natal. Hoy vamos a enfocar esta sección a las P.A.S.O. (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) presidenciales que tuvieron lugar el domingo pasado. Para mis lectores latinoamericanos, las P.A.S.O. son elecciones donde cada partido propone, si los tiene, distintos candidatos, y define así sus listas para las elecciones generales, que sucederán en octubre. En estas elecciones, uno debe decidirse por un candidato y votar solo en la interna del partido de su preferencia. Básicamente votar por aquel que les gustaría que fuera el ganador a futuro. Si sigue siendo muy complicado, les recomiendo esta entrada.
¿Qué pasó este domingo? Después de años de crisis económica intensa causada por una toma de deuda extraordinaria con el FMI, inflación record, una pandemia, y la peor sequía del siglo, los comicios sorprendieron con, no solo la oposición no ganando (el escenario de su triunfo era quizás lo esperable), sino con la victoria un nuevo espacio, libertario, neoliberal, de extrema derecha, llamado La Libertad Avanza (LLA), y encabezado por Javier Milei. Fue una elección de tercios, donde Milei se llevo más del 30% de los votos, Juntos por el Cambio (JxC), la opción hasta ahora opositora y de centro derecha, el 29% sumando a sus dos candidatos, y el oficialismo, peronista y kirchnerista (Unión por la Patria, UxP), se encontró tercero con un 28%. Es la primera vez en la historia, sin estar proscrito claro, que el peronismo sale tercero.
Si bien la provincia de Buenos Aires se mantiene firme, y de continuar así Axel Kicillof (UxP) renovaría como gobernador, cómo también cuatro provincias del Norte continuan eligiendo peronismo, LLA le quitó a JxC su bastión cordobés, Mendoza, donde obtuvo diferencias enormes, ¡y casi todas las provincias, excepto el litoral!
¿Qué significaría un triunfo de Milei, y por qué la sorpresa? El representante de LLA tiene propuestas excéntricas que no fueron tomadas en serio por muchos de los otros candidatos y electores: dolarización de la economía, recortes drásticos en el Estado, eliminar la educación y salud pública, ir en reversa con derechos adquiridos (aborto, ley de matrimonio igualitario, ley de educación sexual integral, entre otros), y propone como alternativa permitir la venta de órganos para financiarse. El fin del Estado de Bienestar y la Justicia Social. Volvemos nuevamente a la justicia, y que representa. ¿Podemos ir en contra de derechos adquiridos priorizando la economía? ¿Es momento de que el oficialismo demuestre gestión y transmita, finalmente, tranquilidad económica? ¿Podrá JxC enamorar a parte de ese electorado con propuestas un poco más drásticas? Massa, flamante Ministro de Economía y candidato de UxP declaró "Tenemos 60 días para dar vuelta esta elección”. Falta mucho para octubre, fue una elección de tercios, y realmente de todo puede pasar. Que fue una sorpresa para todos es lo innegable.
Dónde estoy: No soy de aquí, no soy de allá
Desde mi lugar en la Ciudad de México, no pude evitar reflexionar sobre pertenencia y separación. Me asaltó por la mañana de un día de elecciones en mi país natal la pregunta: ¿Qué significa realmente pertenecer a un lugar? Y lo enfoque en lo que más nos gusta, la política.
Argentina, una tierra a la que me siento profundamente conectada, pero de donde me encuentro geográficamente distante. La política, la cultura, los recuerdos del hogar construido se entrelazan en una compleja danza de pertenencia y separación. Que haya elecciones lo complica todo, un poco más.
Siempre sostuve la idea de que no estando presente físicamente, no viviendo el día a día, y no sintiendo la calle, no puedo opinar. No puedo quejarme, dar mi punto de vista, o hacer un análisis de cómo me va a afectar la decisión que se tome, porque no formo parte.
Me tocó no formar parte, y yo lo elegí. Me tocó ver todas las historias de ustedes votando, compartiendo el almuerzo, celebrando y discutiendo. Me tocó elegir de forma concienzuda no pensar en lo que estaba pasando, cuando en verdad no pude, y no puedo, parar de pensar en lo que estaba pasando.
Es rara la indefinición, estar en un limbo de cosas nuevas que no tienen forma ni materialización. Porque tampoco formo parte del hábitat político del país en el que si vivo. Acá tampoco siento la calle. Acá también me abstengo de opinar de sobre las decisiones que toma el pueblo. Por más que pueda construir, y tenga, una opinión propia. Esa opinión siempre va a ser sesgada y rota. Indefinida por falta de estructura que da la distancia y el no pertenecer. No creciste acá.
Hay un bagaje que no forma parte de tu conciencia, los datos, la historia y el ahora no son suficientes para abrirte esa puerta a la opinión. Lees newsletters pero no diarios. Te desborda cuando tus hilos en redes se inundan de noticias locales. Te falta contexto, porque siempre va a haber algo que no sabes, porque sos respetuoso de aquellos que te están recibiendo. Porque al final, este no es tu hogar.
Qué descubrí esta semana: Un poquito de moda, y también indefinición.
La distancia no me impide descubrir nuevas tendencias en la moda, específicamente en el norte europeo. Esta semana, mi amiga Julieta me introdujo a algo fascinante. Gracias a este reel,
conocí no solo el Uglycore sino el Copencore.
¿Qué son? Dos estilos de moda que nacen en Copenhague, y se destacan en el streetstyle de la semana de la moda. El Uglycore se volvió viral en redes, y representa a aquellos que pasan de lo armonioso y lo correcto a un estilo muy personal, donde hacen referencias a la musica y la cultura, construyendo un estilo único e irrepetible, que a muchos puede no gustarles pues se aleja de los estándares normales y la simetría que esperaríamos en la moda.
El Copencore hace referencia al estilo donde las danesas se lucen. Al contrario del minimalismo por el que los países nórdicos son conocidos, sacan la moda fuera de contexto y empiezan, también, a mezclar estilos y situaciones, se abstraen de las formas del cuerpo y apuesta al volumen, los colores llamativos, zapatos sin taco, pero no por eso sin estar llenos de plumas y accesorios, y una mezcla con estilos deportivos.
Según la instagramer, este es el estilo al que pasan las que ya saben mucho de moda, dejan de encasillarse y se ven libres en el mundo de la moda, haciendo sus propias combinaciones y referencias. Yo no me siento aún en esa capacidad, me verán por un tiempo más clásica. ¿Ustedes? ¿Se animan a jugar más al extremo con sus looks?
Gracias por leerme, fue un placer escribir esta primera edición de El Baúl Cultural de Sole.
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Nos vemos el próximo martes,
Sole
Sole, que bueno es poder compartir tus reflexiones e ideas. Felicitaciones por esta primer entrega. Muy interesante y profesional tu análisis. Éxitos!